viernes, 12 de diciembre de 2014

Mi experiencia en el mundo del TDAH

Mi experiencia en este curso sobre el TDAH ha sido, en una sola palabra MAGNIFICA, al principio comencé con algún miedo ya que no había realizado nunca un curso online y no sabia como iva a reaccionar, si me gustaria o no.....y para mi sorpresa todo a sido muy bueno, poco a poco he aprendido mucho sobre el TDAH, la teoría expuesta en el curso me ha parecido muy completa además de muy comprensible, no estaba en un lenguaje complejo, se entendia a la perfección y expresaba de forma muy clara lo más importante sobre el TDAH. Por otro lado me ha gustado mucho la forma de trabajar, las actividades me parecen muy completas, no son actividades pesadas al revés son amenas y ayudan a poner en marcha todo lo aprendido en la teoría mostrada. También es de mencionar lo importante que es el grupo de alumnos para el curso, ya que es un ejercicio de retroalimentacion, poner en común todas nuestras actividades, conocimientos para poder aprender unos de otros y ayudarnos en los momentos en los que no sabiamos que hacer, sirve de mucho tener un modo de contacto en el que todos los alumnos nos pongamos en contacto y nos ayudemos mutuamente, también nuestra tutora en el curso, hablo personalmente, ha estado muy atenta, siempre ayudandome en el momento en el que he tenido la más mínima duda. De verdad muchas gracas he aprendido mucho y he conseguido todos los objetivos que me propuse al comenzar este curso, gracias a todos mis compañer@s y a la tutora. Un saludo

domingo, 2 de noviembre de 2014

En mi caso trabajo en una clase de 2-3 años, con ellos la manera más facil y sencilla de trabajar el concepto de ser diferente son los cuentos. Los cuentos les ayudan a comprender, aprender de forma sencilla y muy divertida, entrando en su mundo para que ellos lo entiendan perfectamente. El cuento que he elegido para este tema es "EL BURRITO ALBINO", es un cuento infantil donde cuenta la historia de un burro que nace albino:
Gaspar era un burrito muy simpático y divertido. No le temía a nada ni a nadie. Tenía un carácter jovial, alegre, era especial, diferente a los demás burritos. Por ser diferente todos los animales lo miraban con desconfianza, y hasta con temor. ¿Por qué era diferente? Cuando nació era totalmente de color blanco; sus cejas, sus ojos, sus uñas, el pelaje, el hocico, todo era blanco. Hasta su mamá se sorprendió al verlo. Gaspar tenía dos hermanos que eran de color marrón, como todos lo burritos. Su familia a pesar de todo, lo aceptó tal cual era. Gaspar era un burrito albino. A medida que fue creciendo, él se daba cuenta que no era como los demás burros que conocía. Entonces le preguntaba a su mamá por qué había nacido de ese color. Su mamá le explicaba que el color no hace mejor ni peor a los seres, por ello no debía sentirse preocupado. - Todos somos diferentes, tenemos distintos colores, tamaños, formas, pero no olvides, Gaspar, que lo mas importante es lo que guardamos dentro de nuestro corazón, le dijo su mamá. Con estas palabras, Gaspar se sintió más tranquilo y feliz. Demostraba a cada instante lo bondadoso que era. Amaba trotar alegremente entre flores, riendo y cantando. Las margaritas al verlo pasar decían: - ¡Parece una nube que se cayó del cielo, o mejor un copo de nieve cayendo sobre el pastizal, o una bola de algodón gigante! Las rosas, por su lado opinaban: - ¡es la luna nueva que cayó a la tierra y no sabe volver! Cuando Gaspar salía de paseo por los montes, las mariposas salían a su encuentro, revoloteando a su alrededor, cual ronda de niños en el jardín; los gorriones, lo seguían entonando su glorioso canto. Gaspar se sentía libre y no le importaba que algunos animales se burlaran de él. De repente llegó a un arroyo y mientras bebía agua, los sapos lo observaban con detenimiento y curiosidad y se preguntaban: - ¿Y este de donde salió?, ¿Será contagioso, un burro color blanco?, ¿o será una oveja disfrazada de burro? Siguió su paseo, y en el camino se encontró con un zorro que le dijo: - Burro, que pálido eres, deberías tomar sol para mejorar tu aspecto. - Yo tomo luna, por eso soy blanco, me lo dijo un cisne que nadaba en la laguna, respondió el burrito inocentemente. - ¡Qué tonto eres! Jajaja, eso de tomar luna, es muy chistoso, jajaja, se burlaba el astuto zorro. Gaspar no entendía donde estaba el chiste, porque él se creyó eso de tomar luna. Siguió su camino, pensando en lo que le había dicho el zorro. Entonces decidió recostarse sobre la fresca hierba bajo el intenso sol de verano. Transcurrieron unas horas en las cuales, Gaspar, se había quedado dormido. Después de un rato se despertó, tan agobiado y muerto de calor que corrió a refrescarse en la laguna. Cuando salió del agua, observó su imagen reflejada en ella y una triste realidad, su pelaje seguía blanco como siempre. El cisne lo había engañado. Los cisnes que lo miraban se reían de él. - Que tonto eres, ¿crees que poniéndose al sol su pelaje cambiará de color?, se burlaban. Gaspar siguió su camino, y de repente encontró frente a sus ojos, un paisaje muy bello que lo dejó atónito. Se encontró en su lugar, su mundo. Todo era blanco, como él. Se metió más y más, y empezó a reír y reír. Estaba rodeado de jazmines, por acá, por allá, más acá, mas allá, todo blanco y con un aroma embriagador. - Gaspar, ¿Qué vienes a hacer por aquí?, le preguntaron los jazmines. - Aparecí de casualidad, no conocía este sitio, le contestó Gaspar. - Cuando te vimos de lejos supimos que eras vos. Oímos hablar de vos, los gorriones y las mariposas nos contaron tu historia. No debes sentirte triste por tu aspecto, míranos a nosotros, deberíamos sentirnos igual, y sin embargo tenemos algo que nos identifica, que no se ve pero se siente, es el hermoso perfume que emanamos, que es único y hace que todos los días nos visiten cientos de mariposas y pájaros, tan bellos como nunca vimos. Comparten todo el día con nosotros y no les importa si somos blancos o de otro color. Tú también tienes algo que es más importante que tu color, que se percibe. Es tu frescura, tu bondad y alegría. Cualidades que hacen que tengas muchos amigos verdaderos. Debes aceptarte tal cual eres, para que te acepten los demás, le animaron los jazmines. Gaspar, recordó las palabras de su mamá. Desde ese día se aceptó como era, y cosechó muchos más amigos que no lo miraban por su aspecto, sino por lo que guardaba en su gran corazón.

domingo, 26 de octubre de 2014

Hola a tod@s me llamo Cristina y soy educadora infantil, soy una persona optimista y responsable y me encanta trabajar con niñ@s, es una de las profesiones mas bonitas poder enseñar y educar a niñ@ desde el incio de su infanci siendo una referencia para ellos y poder crear las bases para su futuro.
Me interesa mucho el poder aprender más sobre el TDAH y aprender técnicas para poder trabajar con las personas que lo padecen.

Espero que este curso me enseñe muchas cosas .

Un saludo a tod@s